A finales del mes pasado, la Alianza contra la Difamación de Gays y Lesbianas (GLAAD por sus siglas en Inglés) reportó que a comparación de las series de televisión en las que ha habido un crecimiento significativo de papeles LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, etc), no ha ocurrido lo mismo en la industria cinematográfica.
De acuerdo con el reporte, llamado Índice de Responsabilidad en los Estudios 2013, de 141 películas estrenadas en 2012 por los principales estudios cinematográficos de Hollywood, sólo 14 incluyeron personajes con orientación sexual distinta a la heterosexual, la mayoría papeles menores y ninguno transgénero.
Un gran ejemplo de película inclusiva en 2013 fue la cinta animada para toda la familia "ParaNorman". En la cinta, la hermana porrista de Norman invita a salir en una cita a Mitch, el astro de futbol estadounidense, quien de manera casual dice que tiene novio. Y aunque recibió algunas críticas negativas por tal escena, el filme fue nominado a un premio GLAAD.
El reporte clasificó a cada uno de los seis estudios de Hollywood de acuerdo al número de personajes LGBT. Calificados como deficientes se encuentran 20th Century Fox y Disney, mientras que Paramount, Sony, Universal y Warner Bros. fueron catalogados como "adecuado".
Matt Kane, Director Asociado de Medios de Entretenimiento en GLAAD, menciona que "A lo largo de los años nos hemos reunido con los estudios, y siempre es un punto que mencionamos. Ahora tenemos números que mostrarles.
Hace dos semanas se estrenó la película "No sé si cortarme las venas o dejármelas largas" en las salas cinematográficas. Esta cinta, pensada originalmente para cine, probó suerte primero como obra de teatro. Después de 250 representaciones, Manolo Caro, director y escritor del texto, decidió rodarla.
No sé si cortarme las venas... es una tragicomedia en la que cuatro vecinos se ven envueltos en una serie de enredos con la llegada de un nuevo vecino. Nora (Ludwika Paleta) y Aarón (Raúl Méndez) son un matrimonio judio que sufre por la imposibilidad aparente de tener un hijo y la pérdida de deseo mutuo. Julia (Zuria Vega) y Lucas (Luis Gerardo Méndez) son un par de amigos que fingen ser pareja para ocultar la homosexualidad de él. Y Felix (Luis Ernesto Franco), ex futbolista que llega al condominio y resiente el abandono de su novia, llega al edificio para poner en jacque a los demás vecinos.
Ambientada principalmente en los departamentos de los protagonistas, No sé si cortarme las venas... es una historia de amor, sexo, amistad, tan fresca, espontánea, con diálogos inteligentes, que en algún momento te hará identificarte con alguno de los personajes y las situaciones que retratan, además que arrancará sinceras carcajadas.
En palabras de Manolo Caro "Me interesaba retratar estos personajes que descubren que a veces necesitamos reinventarnos para poder ser felices. Y a ratos, como son caminos mucho más complicados el alcanzar tus sueños y ser exitoso, lo que tienes que hacer y sacrificar... Quise hacer un retrato de esa generación entre los 20 y los 35 años, que no son los chavitos ultra abiertos como ahora, pero tampoco se conectan del todo con las formas y costumbres de nuestros papás. En esa zona emocional y personal es donde se sacuden sus vidas al llegar a esta etapa de dudas, crisis o replanteamientos de a dónde quieren seguir".
¿Qué les puedo decir? Es una película que bien vale la pena, está muy bien desarrollada, la fotografía y la música es excelente; todas las actuaciones aportan un gran valor a la historia, y el tema de la homosexualidad se aborda de una manera tan natural. En lo personal pienso que Ludwika Paleta se llevó la película casi por completo; Luis Gerardo Méndez me conquistó con su personaje y su búsqueda incansable del amor verdadero, y Luis Ernesto Franco con su intento de probar algo diferente me rompió el corazón así como se lo rompió a Lucas.
Si no han ido a verla, se las recomiendo. Y sigamos apoyando al cine y el talento mexicano, que tienen mucho qué ofrecer.
Acá les dejo el trailer:
Saludos.
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