165 millones de pesos menos para el IMCINE.... Y después, resulta que siempre no...
De cine y violencia. El top 10 de escenas violentas...
La recomendación para esta semana...
El pasado 01 de Octubre, y con motivo de la discusión del Paquete de Egresos 2010, se había planteado el recorte presupuestal al Imcine por 165 millones de pesos para el siguiente año, equivalente a un 46% del presupuesto ejercido en este año. Dicha noticia sorprendió a más de uno, pues hace dos años Felipe Calderón se había comprometido a no dejar de apoyar al cine nacional.
Cinco mil empleos se perderían de haber sido aprobado el recorte presupuestal. 20 producciones, en promedio, resultarían afectadas, pues cada una recibe siete millones de pesos y cada filme da empleo a 200 personas.
Durante 2008 el cine mexicano fue visto por cerca de 15 millones de personas, lo que respresentó un 8% de la taquilla total generada. Además, en los últimos tres años se rodaron más de 60 películas gracias al Fidecine y Foprocine, como "Arráncame la Vida".
No es la primera vez que intentan un golpe bajo a la industria cinematográfica. Durante el gobierno de Vicente Fox, se intentó desaparecer a los Estudios Churubusco y al Centro de Capacitación Cinematográfica; después, con la creación del IETU en la presente administración, varias empresas privadas dejaron de apoyar al rodaje de películas.
Afortunadamente, la pensaron y dijeron... "Siempre no". Durante la ceremonia de inauguración del Festival Internacional de Cine de Morelia, la presidenta del CONACULTA, Consuelo Sáizar, anunció por instrucciones del presidente Felipe Calderón que el gobierno dio marcha atrás a la propuesta emitida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. ¡Gracias! De este modo, el Imcine tendrá alrededor de $412 millones de pesos para el 2010.
Con información de "El Universal"
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Desde sus inicios, el séptimo arte ha plasmado todo tipo de situaciones, desde las clásicas y divertidas situaciones del cine mudo con Charles Chaplin, pasando por la polémica desatada por "El Exorcista", sin olvidar también al cine mexicano con toda la saga de películas de El Santo, o ya más en la actualidad, películas como "Amores Perros", "El Crimen del Padre Amaro", etc. En fin, todo género ha sido llevado a la pantalla grande, y la violencia o temas que implican cierto grado de violencia, no es la excepción.
Habrá a quienes les guste y quienes opten por otro género; lo que sí es cierto es que genera grandes ganancias. Por otro lado, el mundo ha llegado a un punto en que la ficción supera la realidad. En fin; en esta ocasión les traigo un top ten de las escenas más violentas del cine.
En Un perro andaluz (1929), cortometraje de Luis Buñuel y Salvador Dalí, un hombre afila su navaja de afeitar. En la misma secuencia una nube cruza la luna en tanto él secciona (sin pulso de maraquero, obviamente) el ojo izquierdo de una mujer. De acuerdo con Buñuel, la escena era una invitación al asesinato y originalmente había sido un sueño del pintor español. Se trata de un cortometraje mudo filmado en 15 días. Su objetivo era provocar un impacto moral en el espectador. En la actualidad, además de ser considerado uno de los más significativos del cine surrealista, sigue causando una intensa sensación de dolor en quienes ven esta escena.
Naranja mecánica (1971), de Stanley Kubrick. El protagonista es Alex (Malcolm McDowell), que junto con un grupo de amigos roban un coche y llegan hasta un pequeño pueblo cerca del bosque. Allí entran a la casa del escritor Frank Alexander (Patrick Magee). Con máscaras y sombreros al estilo Chaplin, los delincuentes obligan al novelista a que vea cómo violan a su esposa. Alex, por su parte, la golpea mientras canta “Bailando bajo la lluvia”. Pero, ¿por qué tanta violencia en el grupo? Resulta que acudían al bar lácteo “Korova”, donde Alex, Pete, Georgie y Lerdo bebían “leche-plus”, adicionada con drogas.
Taxi driver (1976), de Martin Scorsese. Aquí Travis Bickle (Robert de Niro) es un ex combatiente de Vietnam que reside en Nueva York. Sufre depresión, ansiedad e insomnio, lo que le lleva a ocuparse como taxista nocturno. Mientras conduce el vehículo, es testigo de las maldades existentes en la Gran Manzana, situación que desata en él furia y paranoia. Una noche conoce a Iris (Jodie Foster), joven prostituta a quien intenta convencer de que lleve una vida alejada de los excesos, pero se encuentra atada a los designios de sus proxenetas. La única forma en que Travis logra rescatarla es asesinándolos.
Hellraiser (1987), de Clive Barker. Durante un viaje, Frank (Sean Chapman) compra un extraño cubo negro con poderes infernales. Sabe que se trata de algo maligno, pero decide realizar un ritual. Cuando manipula el objeto y finalmente cambia de forma, se abre otra dimensión, por la que entran tres seres extraños conocidos como “cenobitas”. Ni tardos ni perezosos le ofrecen a Frank el poder de sentir, en niveles inimaginables, el placer y el dolor que en la dimensión humana no podría, entonces acepta y es encadenado de brazos y piernas. Después es despedazado con ganchos afilados que le atraviesan el torso y la cara al más puro estilo “gore”.
Perros de reserva (1992), de Quentin Tarantino. Un grupo de criminales expertos con sobrenombres de colores son contratados por Joe Cabot (Lawrence Tierney) y su hijo Nice Guy Eddie (Chris Penn). El “trabajito” consiste en asaltar una joyería de Los Angeles, pero la policía aparece inesperadamente en el momento del atraco y desata una masacre. Sospechan que entre ellos hay un traidor infiltrado. Reunidos a puerta cerrada en un viejo almacén abandonado, Mr. Pink (Steve Buscemi) y Mr. Blonde (Michael Madsen) se reúnen con los sobrevivientes. Secuestran a un policía a quien le cortan una oreja para hacerlo hablar.
Quizá en Irreversible (2002), de Gaspar Noé, estén dos de las escenas más fuertes de este conteo (quienes las hayan visto saben cómo está la cosa). La primera: tras asistir a una fiesta, Alex (Monica Belucci) camina rumbo a su departamento, pero debe cruzar un subterráneo solitario; allí se topa con un delincuente apodado “El Tenia”. Asustada por el aspecto criminal de éste, apresura el paso, pero finalmente la alcanza, la golpea y la viola. En la otra, Marcus (Vincent Cassel), novio de Alex; y su amigo Pierre (Albert Dupontel), visitan un club gay de mala muerte en busca de “El Tenia”. Quieren vengar la violación, sin embargo, asesinan al hombre equivocado con un extintor que le deshace el cráneo. La escena donde el personaje de Belucci es abusado, fue severamente criticada por el contenido de crudeza y violencia. En varios países como Nueva Zelanda y Suiza se prohibió la distribución de la cinta, contada en orden cronológico inverso, de ahí su nombre.
Ciudad de Dios (2002), de Fernando Meirelles. La historia, situada en los años 60 del siglo pasado, muestra cómo los adolescentes que viven en favelas (asentamientos irregulares donde impera el crimen organizado) se agrupan en pandillas para controlar la distribución de droga y matar a quienes tienen deudas pendientes. Uno de ellos quiere formar parte de la banda, pero para ser admitido deberá superar una prueba: el líder coloca un revólver en sus manos, obligándolo a matar a otro. Como dato extra, la filmación de esta cinta, basada en el libro homónimo de Paulo Lins, estuvo condicionada por el jefe real de la favela, quien pidió como condición que actores y extras fueran habitantes de los alrededores.
La pasión de Cristo (2004), de Mel Gibson. La historia no tiene nada de nuevo, salvo el maquillaje, la música y la fotografía: tras ser delatado por Judas Iscariote, Jesús es detenido y apresado por soldados romanos en el huerto de los olivos. Ya en el palacio de Poncio Pilatos es golpeado y azotado con tal saña, que un charco de sangre humedece el piso y la columna donde es amarrado. Ya para el viacrucis su rostro está totalmente deformado. A su llegada al monte Calvario es clavado en la cruz y su cuerpo se encuentra totalmente cubierto de llagas. Por último, agonizante, expira en medio de la multitud que a gritos pedía su muerte. Como todos sabemos (nunca está demás recordarlo) la cinta, hablada en latín y arameo, generó gran polémica en todo el mundo, ya que mostraba una gran dosis de violencia. Es más, la comunidad judía levantó la voz para expresar su indignación y tachar cinta de antisemita.
El club de la pelea (1999), de David Fincher. “Sangro luego existo” es el lema de un ejecutivo que tras llevar una agitada vida de negocios, ve incendiado su departamento, lo que marca una nueva etapa en su existencia. Se muda con Tyler Durden (Brad Pitt) y se inicia en el mundo de las peleas clandestinas. Sólo a través de la violencia logra encontrarse consigo mismo. En 2004 la película, cuya banda sonora estuvo a cargo del grupo The Dust Brothers, se convirtió en un musical adaptado por Fincher y Trent Reznor. Ese mismo año el filme sirvió de inspiración para crear un videojuego que fue criticado por el público, pues además de la violencia extrema no cumplió con los niveles de expectativa deseados.
Alien, el octavo pasajero (1979), de Ridley Scott. Los tripulantes de la nave espacial Nostromo reciben una señal de ayuda. Tras enterarse que viajan en el sistema extrasolar Zeta II Reticuli descienden en un planeta gaseoso, desconocido y anillado, de donde proviene la transmisión, que en realidad era de advertencia. Descubren una nave abandonada con huevos embrionarios de una especie extraterrestre. Kane (John Kurt) se acerca para verlos detenidamente y una criatura salta a su rostro. De vuelta a la nave todo parece estar tranquilo para él, pero mientras come se da cuenta que en su estómago se mueve algo extraño: un alien que después sale con furia de sus entrañas.
Pues así esta el Top Ten de Escenas Violentas en el Cine, ¿Cómo ven? Dejen sus comentarios, críticas y sugerencias...
Con información de Anodis
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Ya para terminar este post les dejo una recomendación para ver este fin de semana:
Los Que Se Quedan
El Otro Lado de la Historia
Los que se quedan es la historia de los sentimientos y de los secretos que todos llevamos dentro. La fragilidad que nos une cuando extrañamos a alguien y la fuerza y la vitalidad que nos empuja a vivir cuando queremos vivir porque la vida no se detiene.
Al principio queríamos decir muchas cosas sobre las historias que se mezclan en esta película. Ahora se antoja contarles todo lo que hemos sentido al ver y escuchar los comentarios de la gente que la ha visto. A veces sería mejor que aquí se abrieran pequeñas ventanas a esos momentos y entender cómo los sentimientos se comparten y se extienden más allá de lo que nos imaginamos. Y es que así es la vida. Es algo que se comparte porque todos somos personas
Se habla mucho de la migración, asunto de primer orden en México; pero sabemos muy poco de lo que ocurre en los lugares en donde viven las familias de los que se fueron al otro lado.
Algo profundo cambia en las ciudades, en los pueblos, en las comunidades y familias de las personas que se quedan. Nadie habla de esto.
¿Qué pasa con ellos? ¿Cómo se transforma la familia cuando uno de alguno de sus miembros se va?
¿Qué ocurre en la comunidad llena de padres sin hijos, hijos sin padres y esposas sin esposos? ¿Qué pasa en los pueblos sin sus jóvenes y sin la mitad de su gente?
Los que se quedan habla de esta problemática silenciosa pero real en todo México. Es un película que no está basada en la entrevista sino principalmente en el registro de la cotidianidad, siempre llena de situaciones extraordinarias.
Este formato discreto e intimista permitió retratar el día a día de las personas, el juego, los hijos, el hogar, los miedos y también los sueños y las esperanzas derivados de la vida misma.
Los que se quedan es el otro lado de la historia.
FICHA TÉCNICA
Dirigída y producida por Juan Carlos Rulfo y Carlos Hagerman.
Productor, Nicolás Vale.
Director de fotografía, Juan Carlos Rulfo.
Sonido directo, Mauricio Santos.
Edición, Valentina Leduc.
Asistente de producción, cámara y edición, Martha Uc.
Música original, Santiago Ojeda.
Música, Café Tavuba, del disco Reves
Productora asociada, Martha Sosa.
Supervisión Musical, Ruy García.
Diseño Sonoro, Ruy García y Valentina Leduc.
Dulces salu2 a to2..!!*